Una bola de pelos y tersura,
que no le rinde culto a la obediencia,
mi gato no estudió ninguna ciencia,
pero es un experto en ternura.
Nunca molestaría su descanso,
siempre en no sé qué meditaciones,
como un rey sobre almohadones,
como león egipcio, pero manso.
Por toda mi casa se pasea
por su comida nunca espera.
Guardián constante de mi sueño.
Él sabe de amistad verdadera.
Yo digo que nunca fui su dueño,
solo soy, el amigo de una fiera.
Etiquetas:
Poemas Niños
¡Recomienda en Google+ este artículo
Comparte con tus amigos esta Lectura Comprensiva.
PUBLICA TU AVISO