Había una vez un reino muy lejano donde vivía un príncipe, alrededor de su castillo había un bosque donde vivían monstruos.
Los monstruos eran controlados por un malvado llamado Sóltar. A la noche siguiente envió un huésped a invadir el castillo.
Sóltar decidió apoderarse del castillo y quitarse de encima al cazador de monstruos.
El rey salió del castillo, luchó y mató a los monstruos y luego se apareció entre las sombras del bosque con una espada de fuego. Lucharon hasta que se hizo de día.
La pelea acabó cuando el rey venció a Sóltar, el rey festejó con sus hombres y el bosque desapareció al día siguiente y vivieron tranquilos para siempre.
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